¿Qué es la metformina?
La metformina, que se usa para tratar la diabetes tipo 2, es un medicamento de una clase llamada “biguanidas”. Disminuye los niveles de azúcar en la sangre al disminuir la cantidad de glucosa que el hígado libera en el torrente sanguíneo. La metformina también es un “sensibilizador de la insulina”, lo que significa que ayuda a que su cuerpo use la insulina más fácilmente. Cuando las células son sensibles a la insulina, pueden tomar más glucosa de la sangre para usarla como energía.
La metformina está disponible como medicamento genérico, pero las marcas comerciales incluyen Glucophage® y Glumetza®. Viene en una tableta regular y también está disponible como una tableta de liberación prolongada (acción prolongada). La tableta regular generalmente se toma con las comidas, de una a tres veces al día. La forma de liberación prolongada generalmente se toma una vez al día con la cena. Si está tomando la forma de liberación prolongada, debe tragarla entera y no puede triturarla, partirla ni masticarla. Además, es posible que vea algo parecido a la tableta en su taburete; esto es normal y no es motivo de preocupación.
¿Por qué se prescribe metformina?
La razón por la cual la metformina se usa a menudo como medicamento inicial en la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 se debe a su eficacia para reducir los niveles de glucosa en sangre, su efecto relativamente leve efecto secundario perfil, su historial de seguridad a largo plazo, su bajo riesgo de hipoglucemia y su falta de causar aumento de peso.
Cuando empiece a tomar metformina por primera vez, debería notar una mejora en su niveles de azúcar en la sangre dentro de unas pocas semanas; sin embargo, puede tomar algunos meses para ver su efecto completo. Asegúrese de controlar sus niveles de azúcar en la sangre según las instrucciones de su equipo de atención médica para que pueda ver cómo le está funcionando el medicamento.
¿Hay efectos secundarios?
Debido a que la metformina no le indica al páncreas que libere insulina, existe poco riesgo de niveles bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia) cuando se toma.
La metformina es segura, eficaz y generalmente bien tolerada. Por estas razones, las Pautas de práctica clínica de Diabetes Canada recomiendan que las personas con diabetes tipo 2 comiencen a tomar este medicamento, incluso cuando a una persona se le diagnostica diabetes por primera vez. Pero, como ocurre con todos los medicamentos, no está exento de efectos secundarios. Los más comunes asociados con la metformina incluyen:
- Heces blandas (diarrea)
- Pérdida de apetito
- Sabor metálico en la boca
- Náuseas vómitos
- paso de gases
- Dolor de estómago
- Acidez
Los efectos secundarios más comunes de la metformina están relacionados con el estómago o los intestinos. La diarrea es la más común, pero algunas personas reportan problemas con el tracto digestivo superior, como náuseas o acidez estomacal. La metformina generalmente se inicia con una dosis baja para reducir estos efectos secundarios y luego se aumenta gradualmente a medida que el cuerpo se adapta al medicamento. Los efectos secundarios gastrointestinales también se pueden reducir tomando metformina con una comida. Los beneficios completos de la metformina (incluida la disminución de la glucosa en sangre) a menudo no se ven hasta que la dosis se ajusta hacia arriba.
La absorción reducida de vitamina B12 es otro posible efecto secundario de la metformina, que provoca una deficiencia en aproximadamente el 20 % de las personas que la toman. La deficiencia de vitamina B12 puede causar anemia y daño a los nervios. Si toma metformina, pregúntele a su médico si debe medir su nivel de B12 y si debe tomar suplementos de B12.
Un efecto secundario más grave, pero muy raro, de la metformina es una afección llamada acidosis láctica. La acidosis láctica puede poner en peligro la vida y ocurre cuando no hay suficiente oxígeno en el cuerpo y se acumula demasiado ácido láctico en la sangre. La deshidratación y el consumo de grandes cantidades de alcohol pueden provocar acidosis láctica, pero algunas afecciones médicas (como cáncer, insuficiencia renal grave, insuficiencia cardíaca, VIH y SIDA y problemas respiratorios) también pueden provocarla. Si tiene alguna de estas condiciones y toma metformina, tiene un mayor riesgo de contraer acidosis láctica.
Los síntomas de la acidosis láctica incluyen los siguientes: malestar abdominal o estomacal; disminucion del apetito; Diarrea; respiración rápida y superficial; una sensación general de incomodidad; dolor o calambres musculares; y somnolencia, cansancio o debilidad inusuales. Si tiene algún síntoma de acidosis láctica, busque ayuda médica de emergencia de inmediato.
¿Hay alguna interacción con otros medicamentos?
La metformina funciona bien con otros medicamentos, por lo que hay muy pocas interacciones entre medicamentos. Sin embargo, siempre es mejor informar a su equipo de atención médica y a su farmacéutico sobre su historial de medicamentos.
Se ha demostrado que las combinaciones de metformina y otros medicamentos para reducir la glucosa son significativamente más potentes que cualquiera de los medicamentos solos y, a veces, incluso más potentes que la suma del efecto individual de cada medicamento. Dado que tomar múltiples medicamentos recetados puede ser un desafío, la metformina se ha combinado con una serie de otros medicamentos para la diabetes para crear cápsulas o tabletas que contienen más de un medicamento para la diabetes. Pídale a su farmacéutico más información sobre los medicamentos combinados y si alguno de ellos podría ser adecuado para usted.
¿Alguna otra información importante?
Si está enfermo, tiene vómitos, diarrea o no puede beber suficientes líquidos, debe dejar de tomar metformina hasta que estos síntomas desaparezcan. Controle sus niveles de azúcar en la sangre con más frecuencia y beba muchos líquidos para no deshidratarse.
Si necesita una radiografía o una tomografía computarizada que implique la inyección de un tinte en la vena, deberá dejar de tomar metformina temporalmente. Discuta cómo hacer esto de manera segura con su equipo de atención médica para la diabetes antes de la cita.
La metformina, además de los cambios en el estilo de vida, es un gran punto de partida para tratar eficazmente la diabetes tipo 2. Sin embargo, debido a la naturaleza progresiva de la enfermedad, es probable que sea necesario agregar medicamentos adicionales para la diabetes para controlar adecuadamente los niveles de azúcar en la sangre.